Entre tanto, en
relación con el abuso infantil, se ha determinado como factor de riesgo para
presentar alcoholismo, trastorno por consumo de drogas, bulimia nerviosa,
anorexia nerviosa, trastornos de ansiedad y depresión. Es importante
destacar que los mismos autores piensan que ante este flagelo, estas
estadísticas resulten insuficientes y alzan la voz para afirmar que la
violencia contra las mujeres y los niños sigue siendo un área desatendida
dentro de la salud mundial.
Ante esta
situación que vivimos como sociedad se hace necesario reconocer que a diario se
presenta este tipo de violencia, que debemos educar a nuestros niños y a
nuestras mujeres para reconocer espacios no seguros o ambientes de riesgo para
la presencia de un acto violento, motivarlos y crear espacios seguros para la
denuncia, atención y rehabilitación a los sobrevivientes. Tener políticas
claras y protocolos de manejo que orienten siempre a los profesionales para una
detección precoz y evitar pérdidas humanas por estas causas.
MAIA, comprometida en la construcción y reparación del tejido social, propone un enfoque holístico de 7 dimensiones orientado al manejo de resolución de conflictos de manera pacífica, al fortalecimiento de la familia como núcleo de la sociedad y a crear espacios seguros desde la academia para apoyar a nuestra comunidad con intervenciones generadoras de empoderamiento y creación de relaciones saludables.
Sé la paz que quieres ver en el mundo.
MAIA, comprometida en la construcción y reparación del tejido social, propone un enfoque holístico de 7 dimensiones orientado al manejo de resolución de conflictos de manera pacífica, al fortalecimiento de la familia como núcleo de la sociedad y a crear espacios seguros desde la academia para apoyar a nuestra comunidad con intervenciones generadoras de empoderamiento y creación de relaciones saludables.
Sé la paz que quieres ver en el mundo.