La conexión entre las emociones y la salud física
La relación entre el estado emocional y la salud física no el algo nuevo. Desde hace mucho tiempo se ha teorizado sobre como los dos están intrínsecamente vinculados. Sin embargo, ha sido en las últimas dos décadas que se han comenzado a desarrollar más investigaciones y proporcionar evidencia concreta sobre esta conexión.
El estrés: un claro ejemplo
El ejemplo más claro de cómo las emociones pueden afectar nuestra salud es el estrés. Cuando experimentamos estrés en nuestras vidas, nuestro cuerpo libera hormonas como el cortisol, que prepara el cuerpo para una respuesta de “lucha” o “huida”. Aunque esto es útil es situaciones de emergencia y amenazas concretas, una exposición prolongada al estrés puede llevar a problemas de salud crónicos, como enfermedades cardiadas, depresión, ansiedad y trastornos del sueño. Entre otras cosas, esto se debe a que el estrés crónico compromete la respuesta del sistema inmunitario y lo debilita.
La relación entre el estado emocional y la salud física no el algo nuevo. Desde hace mucho tiempo se ha teorizado sobre como los dos están intrínsecamente vinculados. Sin embargo, ha sido en las últimas dos décadas que se han comenzado a desarrollar más investigaciones y proporcionar evidencia concreta sobre esta conexión.
El estrés: un claro ejemplo
El ejemplo más claro de cómo las emociones pueden afectar nuestra salud es el estrés. Cuando experimentamos estrés en nuestras vidas, nuestro cuerpo libera hormonas como el cortisol, que prepara el cuerpo para una respuesta de “lucha” o “huida”. Aunque esto es útil es situaciones de emergencia y amenazas concretas, una exposición prolongada al estrés puede llevar a problemas de salud crónicos, como enfermedades cardiadas, depresión, ansiedad y trastornos del sueño. Entre otras cosas, esto se debe a que el estrés crónico compromete la respuesta del sistema inmunitario y lo debilita.